
Conflicto armado en Caldono
Caldono está ubicado en el sector nororiental del Departamento del Cauca y se le considera uno de los municipios más afectados por la violencia armada y con más víctimas de orden civil y militar en el departamento (Alcaldía del municipio de Caldono-Cauca, 2016). El territorio ha sufrido a lo largo de su historia la presencia de diferentes grupos armados al margen de la ley como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Movimiento 19 de Abril (M-19), el Movimiento Quintín Lame (QL) y el Movimiento Jaime Báteman Cayón (JBC).
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Las acciones de estos grupos armados contra la población civil, así como sus constantes enfrentamientos con las organizaciones militares del Estado como la Policía y el Ejército, sumieron al municipio en tres décadas de violencia y terror. Las FARC fueron el grupo armado con más presencia histórica en la zona, Caldono fue el epicentro de operaciones de las estructuras militares más fuertes que existieron durante la guerra, la columna móvil Jacobo Arenas y el Sexto Frente.
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Las FARC hacen presencia en el municipio desde 1984 con ataques perpetrados a corregimientos y veredas como Siberia, Cerro Alto, Plan de Zúñiga y El Azul (vereda). La cabecera municipal (conocida también con el nombre de Caldono), vivió los estragos del conflicto desde la aparición de las FARC en la zona, pero su primer hecho violento se registró el 9 de Febrero de 1997 con la primera toma armada que dejó destruidas la estación de policía, algunas casas aledañas y la caja agraria.
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Los primeros muertos en la cabecera municipal a raíz del conflicto llegaron con la segunda toma armada de las FARC a Caldono el 23 de Febrero de 1997, tan solo catorce días después de la primera toma. A partir de este momento se desató una época de violencia escalonada en todo el municipio, que recoge 300 tomas guerrilleras, 67 de ellas perpetradas en la cabecera municipal, incontables hostigamientos y un número indeterminado de asesinatos, atentados, explosiones, enfrentamientos y reclutamiento de menores.
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Entre algunos de los artefactos comúnmente utilizados por el grupo guerrillero para atacar la cabecera municipal se encuentran tatucos, cilindros bombas y morteros, en una de las tomas a la cabecera fueron lanzados hasta 65 cilindros bomba. Es importante resaltar que si bien la mayoría de los miembros de las FARC se refugiaron en las zonas más rurales del municipio, en campamentos y bases previamente formadas, también existieron divisiones en la cabecera municipal conocidas con el nombre de “milicias urbanas”. Dichas organizaciones tenían como objetivos principales reclutar miembros para las filas, identificar algunos caldoneños para pasar reporte y vigilar el movimiento general de los habitantes del pueblo y la Policía.
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El ultimo hecho violento perpetrado por las FARC como movimiento guerrillero se registró el 7 de Junio de 2014 con una toma guerrillera a la base militar Alto de los Reyes. Aunque la mayoría de acciones del grupo guerrillero en la cabecera municipal se dirigían contra la estación de policía, las casas aledañas y la población civil fueron los más afectados. La aparición de la violencia y su recrudecimiento en 2011 trajo fuertes cambios al pueblo a nivel económico, político y social.
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Los habitantes de Caldono se vieron obligados a convivir con la guerra y aprender nuevos comportamientos para sobrevivir a ella. Se estableció un de toque de queda tácito en donde nadie salía más allá de las 7:00pm lo que le acarreó al municipio el nombre de “Pueblo Fantasma”, los caldoneños aprendieron también a comportarse en medio de las tomas y los hostigamientos, algunos incluso construyeron una especie de bunkers que les permitieron resguardarse de las bombas en medio de los enfrentamientos.
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Pronto el desplazamiento también formó parte del panorama del municipio, algunos habitantes se fueron con intenciones permanentes de Caldono, mientras otros lo hicieron solo de manera provisional. También se registraron desplazamientos masivos de casi la totalidad de la población en momentos particulares de violencia como las tomas del 3 y 5 de julio de 2005 y la toma del 20 de mayo de 2011, ambas en la cabecera municipal. Dichos desplazamiento también de carácter provisional representaron para los habitantes algunas horas fuera del pueblo.
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Los caldoneños llevaron a cabo a lo largo de su historia en el conflicto “resistencias civiles”, actos de protesta en los que los habitantes con banderas blancas y gritos se enfrentaron a miembros de las FARC, evitando así, el desarrollo de acciones violentas como tomas, hostigamientos, etc. La primera resistencia civil data del 12 de noviembre de 2005, a partir de esta última se realizan dos resistencias más.
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Con el cese al fuego y la posterior firma del acuerdo, Caldono comienza a respirar lo que serían sus primeros días de paz después de treinta años de conflicto ininterrumpido. En el marco del proceso de reintegración de los ahora excombatientes se establecen dos “Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación” antes conocidos como “Zonas Veredales Transitorias de Normalización” en el municipio, uno de ellos ubicado en la vereda “Los Monos” perteneciente al resguardo indígena de Pueblo Nuevo.
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En esta zona se concentran cerca de 400 excombatientes de la columna móvil Jacobo Arenas y el Sexto Frente de las FARC. La elección de Pueblo Nuevo como “Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación” fue abiertamente debatida por los cabildos del municipio, pero finalmente aceptada, constituyendo el hecho como “un mensaje sobre el aporte que puede hacer a la construcción de paz un territorio que siempre ha sido considerado de guerra”.
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En el último año después de la desmovilización de las FARC y de un periodo de calma en el municipio, dos hechos violentos volvieron a tener lugar prendiendo las alarmas de la población, que hasta hace poco se sentía relativamente segura. Dos policías murieron y uno resultó herido luego de la explosión de una patrulla en la vía Caldono – Siberia y un dispositivo explosivo fue detonado de manera controlado por autoridades militares del corregimiento de Siberia. Aún se desconocen los responsables de ambos hechos.
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Con la firma de los acuerdos la paz, la tranquilidad volvió a Caldono. Los habitantes retomaron sus actividades normales y regresaron al parque después de las siete de la noche, quienes se habían ido permanentemente comenzaron a volver al igual que el comercio y la seguridad. Hoy los habitantes de Caldono esperan poder seguir viviendo en su pueblo sin miedo.